martes, 8 de diciembre de 2009

LOMO DE PANGA AL HINOJO



LOMO DE PANGA AL HINOJO
                En este periodo del año, asistimos atónitos a una de las paradojas más grandes de la historia del hombre moderno. A falta de casi quince días para la llegada de la Navidad, nos dedicamos en cuerpo y alma a una carrera en post de conseguir terminar una dieta severa al objeto de perder unos kilos que nos sobran, para poder recuperarlos de aquí a nada en el casi seguro atracón navideño.
 La explicación del porqué una persona engorda es bien sencilla, come más de lo que consume. Vamos a poner un ejemplo: en el caso, hipotético en mi persona, de que metiésemos billetes de 50 € en la cartera sin parar y no sacásemos ninguno por qué no lo necesitamos, provocaríamos que la cartera engordara considerablemente, ¿verdad? Si es al revés, esto sí que se cumple en mi persona, sacamos más dinero del que guardamos, pasaremos a decir de la cartera que la hemos dejada tiesa, a dos velas o seca, o sea delgada. Si pasamos el ejemplo a personas, si sólo come pero no hace ejercicio, a buen seguro que irá generando grasa que no quema. El comer mucho y hacer ejercicio ayuda a estar en forma y a no engordar, pero si es adelgazar lo que queremos, la dieta y el ejercicio específico son lo apropiado. 


DIETAS: 
COMPETICION FEMENINA 

Las mujeres, en su constante competición por conseguir la dieta ideal, son capaces de seguir los más inverosímiles métodos de adelgazamiento que se conocen mediante la técnica popularmente conocida como “radio macuto”, que consiste en que una señora fue al médico, hace cinco años, y le ha ido diciendo a sus amigas lo que le puso de régimen éste y cada vez que pasa de señora en señora se van perdiendo en el camino platos, proporciones de éstos y dinero, en lugar de kilos. De esta guisa, tenemos a cada instante una fotocopia de una dieta nueva en la puerta del frigorífico sujetada por un imán y cuya procedencia varía, como son también varios los nombres de éstas. Desde nombres de ingredientes, alcachofa, zanahoria, manzana, la del té, del litro y medio; pasando por organizaciones como la de la Nasa, la del buen humor, la de Hollywood, la del esquimal…etc. Bajo el disfraz de un nombre tentador y simpático, las dietas causan más efectos nocivos para la salud cuanto más rápidas son, pasando desde el insomnio, caída del cabello, estreñimiento, deshidratación, hipertensión, taquicardias, depresión… así que mucho cuidado con lo que hacemos.
                En todas estas cosas, la lógica es la primera premisa a seguir si queremos cuidarnos, la segunda es aceptarnos tal como somos y no tomar patrones equivocados como imagen de lo que debe ser un cuerpo perfecto, pues hay mucha equivocación en este tema. 
PANGA PARA LA DIETA

Un claro ejemplo de los productos que se usan en las situaciones como la que les hablo, es la panga. De origen vietnamita, es un pez de agua dulce muy parecido a un tiburón en apariencia, aunque en sabor podríamos compararla más cerca del lenguado.  Un pescado blanco que no contiene grasas apenas y su sabor es suave y  pleno.
Con un producto de estas características, nos encontramos igual que frente a una rebanada de pan tostado, en ella podemos poner lo que queramos pues le va a ir bien con toda seguridad. Lo único que debo advertirles es que sean cautos y pregunten si el pescado es fresco o congelado, para no volver a congelarlo, pues sería peligroso para la salud. Para ser justos, la verdad es que la panga es muy honesta con el consumidor puesto que si no está fresca para ser comida, se torna de un blanco brillante a un tono apagado y su tacto es lamioso, síntomas inequívocos de que se ha pasado de fecha.

INGREDIENTES
1 Filete de panga                               1 puerro mediano      1 copa de Pernod
1 vaso de caldo de pescado               1 cebolla                     1 hinojo
Sal y pimienta                                    1 zanahoria                Aceite de oliva
2 Patatas pequeñas


            Para que la receta nos quede como si fuésemos profesionales de la cocina y nos resulten unos filetes perfectos, los enrollaremos sobre sí mismos y le pondremos un palillo pinchado para que no se abran y puedan quedarse de pie.
                 Por otro lado, con las verduras vamos a preparar una juliana que rehogaremos con aceite de oliva hasta que estén pochadas. En cuanto que estén en su punto, las flamearemos con la mitad del Pernod y rectificaremos de sal y pimienta. Preparamos una placa de horno bien engrasada y le colocamos los filetes de panga sobre ésta, sazonándolos y regándolos con aceite de oliva. Tapamos con papel aluminio para que no se abrasen y la introducimos en el horno a 180º hasta que se hagan pasados unos minutos, cuidando de que no se quemen pues no tardan demasiado en hacerse. Mientras, trituramos la mitad de la verdura junto a un poco de caldo de pescado que habrá hervido previamente de forma que nos resulte una salsa con cuerpo, no demasiado suelta. En caso de que la salsa precise reducir un poco para que se concentre, la calentaremos hasta que alcance la textura adecuada.
                Cuando saquemos el pescado del horno, regamos en la misma placa de horno con unas gotas de Pernod sobre éste, para emplatarlo colocando un lecho de las verduras y encima los lomos de panga de pie y un cordón de salsa alrededor. Como guarnición, unas patatas naturales cocidas le vienen de maravilla junto a un poco de perejil fresco trinchado sobre éstas.
       



1 comentario:

  1. (Uysss...no se si comentarte el post o esperar al siguiente), jejeje...lo digo por eso de las dietas.
    Lo peor de todo es el momento de comprar ropa, cuando se pasa de la talla 44 ya se empieza a complicar la tarea.

    El tema de la panga es otro bien diferente, me gusta porque no tiene espinas y mi niña se lo come sin protestar... y eso a la hora de la cena es un punto muy muy importate.

    Saluditos

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