sábado, 15 de octubre de 2011

HIGADO ENCEBOLLADO CON UVAS Y CASTAÑAS

HIGADO ENCEBOLLADO CON UVAS Y CASTAÑAS
            ¿Se acuerdan de la época en la que las cosas baratas decíamos que valían cuatro castañas? Desgraciadamente ese tiempo ha pasado y a día de hoy todo vale mucho más de cuatro castañas, además de las mismísimas castañas que también se han puesto por las nubes.

            Este fruto del bosque pertenece a ese tipo de productos que no se valora en su justa medida debido a su abundancia  y a lo poco que han costado desde siempre. Junto a la expresión de las cuatro castañas o “esto es una castaña”, cuando queríamos indicar lo poco que valía algo, se le unen las expresiones “esto no vale ni un pimiento”, o “no me he comido un pimiento” y la conocida “me importa un rábano”, menospreciándose desde siempre a un tipo de alimento entre los que se encuentra la castaña de manera muy injusta.
            En la actualidad no tenemos más que entrar a una tienda aunque sea sólo a mirar, para poder entrar en calor una tarde de otoño de esos que hemos llamado “saboríos”. Hace muy pocos años, si no te comprabas un cartucho de castañas asadas y te lo metías en el bolsillo del abrigo, no entrabas en calor ni a la de tres. No escapa a nadie el hecho de que en más de alguna ocasión, a mí particularmente me ocurría de niño, hacía más ilusión sentir el calor agradable entre las manos del paquetito de papel de estraza humeante, que comerte lo de dentro aunque al final acabases haciéndolo.

            El hígado que vamos a utilizar para nuestra receta, es hígado de cerdo. Dice el dicho popular que “del cerdo, hasta los andares”. A esta afirmación del saber de toda la vida esta frase habría que añadirle que el único matiz que debemos ponerle a un marrano es que se ha de comer, pero con cuidado de no abusar. Disfrutando en su medida, podemos incluso incluir al cerdo en una dieta, puesto que la grasa del cerdo ibérico de bellota no es perjudicial ni mucho menos para la salud física y no digamos lo que representa para la salud mental, me río yo del psicoanálisis con un plato de jamón de pata negra por delante...   

            Del cerdo ibérico podemos hacer unos escalopes jugosísimos con los filetes de babilla, con los solomillos tanto emparrillados como al horno bordamos la alta cocina y con una paletilla podemos hacer asadas de igual forma que con una pierna, para tomarlo en forma de fiambre o caliente recién braseada. Con la carne picada podemos hacer albóndigas, hamburguesas, salsa del tipo boloñesa y muchos tipos de preparaciones de pasta, el tocino lo podemos utilizar para ilustrar un sofrito y proporcionarle jugosidad, incluso con las manos del inocente cerdo se elaborar unos guisos de un sabor gelatinoso que hacen las delicias de quien gusta de este tipo de cocina.

            En resumen, nuestra receta de esta semana, hígado encebollado con uvas y castañas, es un plato muy apropiado cuando avanza el Otoño puesto que utiliza ingredientes que nos otorgue la estación y es un guiso que sienta muy bien el día que hace fresquito. 
            Un abrazo.
INGREDIENTES
4 filetes de hígado de cerdo, 1 racimo de uvas, 8 castañas peladas, Aceite de oliva,,100 ml. de leche,  3 cucharadas de nata, Sal y pimienta

             En primer lugar, vamos a cocer las castañas en una cazuela tapada con un poco de sal  a fuego suave. Mantener la cocción hasta que estén blanditas y el agua haya reducido, momento en que añadimos la leche y dejamos hervir lentamente unos dos minutos.

            Tras esto, disponemos una sartén con aceite de oliva a fuego medio y marcamos en ella los filetes de hígado sin dorarlos y reservándolos una vez calentados en una fuente aparte. En esta misma sartén, añadimos las castañas cocidas y la leche donde hirvieron, así como las uvas sin pepitas y peladas. Cuando rompa a hervir de nuevo, echamos los filetes de hígado y le añadimos la nata líquida.
Sazonamos el conjunto con sal y pimienta negra, dejando que reduzca la salsa hasta que estén los filetes cocinados y la salsa nos quede untuosa. Decoramos con una ramita de perejil fresco y unas patatitas nuevas cocidas. Realmente delicioso.

           

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