Una comida regada de buen vino duplica las alegrías y exalta los ánimos. Por eso, desde aquí hasta Pekín, no hay pueblo ni cultura que no celebre las bodas con banquetes nupciales. Eso sí, cada pareja es libre de festejarlo a su manera: sólo la imaginación, el deseo y el presupuesto marcarán la pauta.
Un consejo: antes de lanzaros a organizar el banquete decidid el número aproximado de personas que queréis invitar. Aunque haya discusiones no borréis la sonrisa de la cara ni lo dejéis para el final, porque os ayudará a decidir el tipo de celebración que queréis o podéis realizar.
Si sois de los que preferís una celebración sencilla, sin excesivo ceremonial y muy dinámica, ¡el cóctel es lo vuestro!
Si sois de los que preferís una celebración sencilla, sin excesivo ceremonial y muy dinámica, ¡el cóctel es lo vuestro!
ÓPTIMO PARA EL MEDIODIA O LA NOCHE
Se puede organizar tanto al mediodía como por la noche, y consiste en una comida sencilla, fácil de comer con los dedos y de pie, aunque en todos los sitios de celebración colocan algunas mesas y sillas para que puedan sentarse algunas personas. También se sirven bebidas y su duración suele ser de dos a tres horas.
Y en cuanto a los ingredientes, hay tal variedad y oferta de manjares en miniatura que limitarse a la medianoche de jamón y queso sería casi un crimen al paladar.
La gran ventaja del cóctel es que permite a los novios, ya marido y mujer, mezclarse con todo el mundo, en lugar de ocupar una mesa presidencial casi inamovible.
Y además de ser la opción más económica, está indicada para cónyuges impacientes. Como suele ser más corto que un banquete en toda regla permite a la pareja escabullirse mucho antes con destino desconocido...
Este tipo de celebración es perfecta para bodas con un reducido número de invitados. El ambiente más informal invita a la charla y a la intimidad, por lo que resulta muy acogedora. También es la idónea si cualquier circunstancia obliga a celebrar la boda de manera discreta.
Se puede organizar tanto al mediodía como por la noche, y consiste en una comida sencilla, fácil de comer con los dedos y de pie, aunque en todos los sitios de celebración colocan algunas mesas y sillas para que puedan sentarse algunas personas. También se sirven bebidas y su duración suele ser de dos a tres horas.
Y en cuanto a los ingredientes, hay tal variedad y oferta de manjares en miniatura que limitarse a la medianoche de jamón y queso sería casi un crimen al paladar.
La gran ventaja del cóctel es que permite a los novios, ya marido y mujer, mezclarse con todo el mundo, en lugar de ocupar una mesa presidencial casi inamovible.
Y además de ser la opción más económica, está indicada para cónyuges impacientes. Como suele ser más corto que un banquete en toda regla permite a la pareja escabullirse mucho antes con destino desconocido...
Este tipo de celebración es perfecta para bodas con un reducido número de invitados. El ambiente más informal invita a la charla y a la intimidad, por lo que resulta muy acogedora. También es la idónea si cualquier circunstancia obliga a celebrar la boda de manera discreta.
Gracias por darme ideas,este verano me caso y entre unas cosas y otras estoy totalmente desbordada.
ResponderEliminarGracias, me ayudo a hacer mi tarea. :)
ResponderEliminarUn gusto encontrar informacion en la red.
Un placer, encantado
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