viernes, 6 de junio de 2008

BOQUERONES ENTRE PAN

BOQUERONES
ENTRE PAN

Erase una vez…el mundo al revés. En todo cuento que hayamos leído u oído desde que éramos niños, el bueno siempre ganaba al malo y la princesa se terminaba casando con el príncipe. En la gastronomía, el pan ha sido pan y el vino ha sido vino y las hamburguesas han sido… ¿de carne?
A lo largo de nuestras vidas, el que es padre sabe lo que digo, la guerra que se ha de librar para que un niño coma pescado es siempre una batalla perdida de antemano. En cambio, si llevamos a los niños a comer a una factoría de hamburguesas americana, el niño devora lo que se le ponga delante sin que haga falta decirle ni pío para que lo haga. Lo dicho, una guerra perdida.
La propuesta que esta semana les traigo pretende que seamos capaces de hacer una hamburguesa, pero de boquerones. Pasada la sorpresa que les puede haber suscitado la idea, creo que si nos entretenemos sólo un poquito, podemos hacer unas hamburguesas, o albóndigas aplastadas si prefieren llamarlas así, con muy poca dificultad y conseguir que nos quitemos el deseo de comer hamburguesa sin perjudicarnos demasiado.

HAMBURGUESA, SI ES DE PESCADO, MUCHO MEJOR...Llegado este punto, debo aclarar si es o no perjudicial comer hamburguesas. Como todo en la vida, la virtud está en el término medio de las cosas y, comerse una hamburguesa de vez en cuando, no le hace daño a nadie. Sin embargo, el comer pescado con frecuencia no sólo no hace daño, si no que favorece nuestra mejor salud, a diferencia de las hamburguesas. Como muestra un botón: las hamburguesas de carne contienen grasa saturada que es muy perjudicial para el organismo, al contrario de la grasa del pescado cuya característica principal radica en que tiene ácidos grasos poliinsaturados omega3, muy beneficiosos para la salud cardiovascular. En definitiva, la de carne provoca colesterol y la de pescado, si es azul mejor, no lo hace.

MEJOR A LA PLANCHA
Como han advertido en el título de esta receta, es el boquerón el pescado que he elegido para hacer la hamburguesa que, por otra parte, también podemos escoger en la forma de presentarla en la mesa, siendo susceptible de prepararse como si fuese una hamburguesa hecha a la plancha y comida entre panes o hacer bolitas como si fuesen albóndigas y freírlas, acompañándolas junto a una salsa de tomate. Obviamente, al freírlas vamos a perder todo lo que hemos ganado en el terreno de las grasas, pues van a absorber el aceite de la freidora, pero es otra opción si la prefieren.

INGREDIENTES
½ Kg. De boquerones, Perejil fresco, Pan rallado,
Harina de freir, Dos dientes de ajo, Dos huevos,
Vino amontillado, Aceite de oliva, Sal,
Leche.

En primer lugar, vamos a manipular los boquerones como si los quisiésemos freír abiertos simplemente. Para ello, los limpiamos quitándoles las cabezas y las espinas y, tras sazonarlos, los enharinamos cuidadosamente y los freímos en abundante aceite que debe estar muy caliente. Una vez hecho esto, dejamos que se enfríen un rato.
Una vez fríos, les quitamos las colitas y los machacamos en un mortero o ayudados de un tenedor, hasta hacer una pasta con ellos. Una vez obtenida la pasta, le incorporamos perejil fresco trinchado lo más fino posible, dos dientes de ajo picados muy pequeñitos, un chorrito de vino amontillado, dos huevos batidos y un poco de leche.

Trabajamos todo hasta mezclarlo de forma homogénea y le añadimos pan rallado paulatinamente hasta que el conjunto ligue y sea una masa compacta. Para lo que queremos hacer, amasaremos bolas grandes que aplastaremos hasta conseguir filetes a modo de hamburguesas. Sólo nos queda engrasar una plancha o una sartén antiadherente y emparrillar las hamburguesas al gusto, tostar pan
y añadir una hoja de lechuga fresca, una rodaja de tomate y otra de cebolla pasados, ambos, por la misma sartén donde se hicieron las hamburguesas.
Si no pueden resistir la tentación, pónganle ketchup. No obstante, si son fuertes de espíritu, no lo hagan por favor…
Un abrazo.

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