lunes, 9 de febrero de 2009

RAPE EN SALSA DE CAMARONES

Habitualmente, empleamos la frase: "camarón que se duerme, se lo lleva la corriente", en clara alusión a que la vida es para vivirla y no podemos desaprovechar el tiempo pues éste pasará por encima nuestra como un rodillo.
Esta frase que nos habla acerca de los camarones y la corriente, es un simpático símil que resulta perfecto para los tiempos que corren y que nos advierte acerca de que por muy adversas que sean las condiciones externas, tenemos que seguir luchando para estar vivos. Desde nuestra posición, la mejor manera de luchar es confeccionar platos de la manera más sabrosa y económica posible, por tanto si queremos un marisco que reúna sabor satisfactorio y precio económico en uno sólo, ese es el camarón. Por otro lado, el pescado blanco que emplearemos, podemos sustituirlo por cualquiera que se nos ocurra pues, como ya he comentado en más de una ocasión, son como los bocadillos a los que se les puede poner cualquier cosa, que seguro están buenos.
CAMARONES. LA TAPA POR TRADICION
En relación a los camarones, ¿quién no se ha comido una tapa de camarones, o una tortillita de éstos? Como aperitivo son ideales, debido fundamentalmente a que saben a marisco de una forma extraordinaria y resultan enormemente económico frente a sus hermanos mayores los langostinos o las gambas. La época del año en la que estamos, es la más fructífera en cuanto a su pesca de ahí que sea ahora cuando más económicos están en el mercado. Por lo general, suelen medir entre 5 y 8 centímetros, tienen nada menos que diez patas y aún podemos encontrarlos mucho más pequeños de este tamaño en una variedad a la que llamamos quisquillas. Sea del tamaño que sea, lo que es indudable es que contienen una proporción de proteínas y un muy bajo de grasas y calorías, aunque como nadie es perfecto, nos suben como la espuma el colesterol de manera que hay que tener cuidado quienes padezcan de ello.
EL RAPE COMO FUENTE DE RECURSOS
El otro ingrediente fundamental de nuestra receta es el rape, de quien podríamos hacer un paralelismo con el cerdo y asegurar que al rape también se le saca provecho hasta a sus andares, en este caso a sus “nadares”. Como he dicho, de su cabeza podemos hacer un primer plato y de su cuerpo un segundo, de su hígado fue el primer lugar del que se sintetizó insulina para combatir la diabetes y, además, podemos obtener un gran aporte de vitaminas A y D, así como sales minerales. Las proteínas que aporta son de fácil absorción por nuestro organismo y los aminoácidos como la lisina, el triptófeno y la histidina, convierten a este pez con pinta de rana en un alimento muy adecuado para los niños, en fase de crecimiento y para las personas convalecientes, así como para las embarazadas. Además, su bajo contenido en grasas, lo hacen ideal para los que arrastran problemas estomacales.
Como curiosidad me gustaría contarles que los ingleses llaman al rape Fishig Frog, que significa rana pescadora. Lo de rana es evidente que es por la boca, pero lo de pescador es porque posee una gran habilidad para la caza. Para alimentarse se entierra con sus diminutas aletas, dejando sólo un apéndice que le sobresale del lomo que es muy llamativo por tener dos protuberancias. Estas dos bolitas del lomo sirven de reclamo para los pececillos, que se acercan y pican literalmente del virtual cebo quedándose enganchados y siendo llevados a la boca del rape,

INGREDIENTES

1 Kg. de Rape, 150 g. de camarones,
Aceite de oliva, Caldo de pescado,
1 taza de nata, 1 Puerro,
3 Chalotas, 1 Zanahoria,
1 Vaso de vino blanco, Albahaca fresca,
2 Dientes de ajo.

En primer lugar, separamos los lomos de rape de sus espinas y los cocemos en agua para hacer un caldo junto a un puerro y dos dientes de ajo.
Mientras se hace el caldo, marcamos los lomos de rape en una sartén hasta que estén dorados. Una vez hechos los reservamos y, en el mismo aceite, rehogamos los camarones, las chalotas y la zanahoria cortadas muy finas.
Una vez pochada la verdura, añadimos el vino blanco y lo reducimos. Acto seguido, echamos caldo y nata, dejando que cueza a fuego lento unos diez minutos. Seguidamente trituramos todo y pasamos por un colador chino.
Emplatamos colocando un poco de salsa al fondo del plato y encima de ésta, el rape.
Decoramos con un bouquet de escarola con tomatitos cherry y alrededor del plato ponemos unas hojas de albahaca fresca. Con el resto de la albahaca, hacemos un trinchado y espolvoreamos el plato.

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