No es el atún protagonista estrella del recetario malagueño y son pocos los platos en los que destaca en la tradición culinaria que heredamos de nuestros abuelos. No obstante, aunque parezca sorprendente, en Málaga hubo un tiempo en el que la pesca de atunes era muy abundante y en época de los romanos sus geógrafos destacaban nuestro litoral como de gran valor pesquero.
En relación a este arte, existía una notable actividad económica alrededor de la pesca y por ese motivo existían muchos personajes que destacaban en tan noble oficio, que requiere de mucha disciplina en la observación de los mares y dotes de intuición para interpretar estas operaciones. Precisamente en la época musulmana existía un pescador que oficiaba en la zona comprendida desde Marbella, San Pedro y Estepona que era conocido como “el Tun ‘ni”, o sea el atunero, en lugar de su auténtico nombre que era Abdul el Beker.


Por mi parte, sin pretender tener ni mucho menos tanta habilidad en mi oficio como la tenía el atunero, sí me he propuesto transmitir todas las recetas que conozco por mi propia experiencia y por los recetarios antiguos. De forma que espero que lo que les propongo esta semana les guste y les resulte fácil de elaborar.
INGREDIENTES
200 g. de atún fresco, 1 Cebolla, 50 gr. De piñones, 50 gr. De pasas y dátiles, 10 gr. De pimentón dulce, 1 vaso de vino Málaga
1 vaso de caldo de pescado, Sal y pimienta, Aceite de oliva, Alcachofas cocidas, Hierbabuena fresca En primer lugar, trocearemos tanto el atún en tacos como la cebolla muy picadita. Acto seguido, marcamos en la sartén el atún junto a la cebolla y cocinamos a fuego medio hasta que se poche la verdura. Tras esto, añadimos las pasas, los dátiles sin hueso y los piñones, rociamos con un vaso de vino Málaga y dejamos que reduzca a un tercio de su volumen de manera que se evapore todo el alcohol.
Una vez incorporado el vino y dejado reducir, añadimos el vaso de caldo de pescado y dejamos cocer a fuego lento durante unos cinco minutos junto a las alcachofas troceadas, un poco de pimentón dulce y rectificando de sal y pimienta si fuese preciso.
Por último, presentamos el plato con un poco de hierbabuena troceada muy fina y espolvoreada sobre el mismo.
me imagino ke se podrá hacer igual con el bonito del Cantábrico
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