Al igual que la selección española de fútbol, que corre sólo cuando va perdiendo, cuando llega la hora de ponernos el bañador, es cuando empezamos la dieta. Realmente, el ponernos el traje de baño no es problema, la cuestión se complica cuando hemos de quitarnos la camisa, sobre todo si es en público. Y no digamos las señoras, cuando han de hacerlo también, puede ser terrible.
La diferencia en este terreno entre hombres y mujeres está en que al afrontar la realidad de nuestro cuerpo, lo hacemos de forma bien distinta ya que los primeros no tenemos tanto problema porque asumimos que la ingesta de cañas y tapas, así como de los correspondientes cubatas llevan consigo el desarrollo de los michelines, de manera que tiramos para adelante. En cambio, las señoras jamás dirán que los kilos de más se deben a que comen de más, todo lo contrario, se aludirá a mil y una excusa para justificar lo injustificable.
La explicación del porqué una persona engorda es bien sencilla, come más de lo que consume. Vamos a poner un ejemplo: en el caso, hipotético en mi persona, de que metiésemos billetes de 50 € en la cartera sin parar y no sacásemos ninguno por que no lo necesitamos, provocaríamos que la cartera engordara considerablemente, ¿verdad? Si es al revés, esto si que se cumple en mi persona, sacamos más dinero del que guardamos, pasaremos a decir de la cartera que la hemos dejada tiesa, a dos velas o seca, o sea delgada. Si pasamos el ejemplo a personas, si sólo come pero no hace ejercicio, a buen seguro que irá generando grasa que no quema. El comer mucho y hacer ejercicio ayuda a estar en forma y a no engordar, pero si es adelgazar lo que queremos, la dieta y el ejercicio específico son lo apropiado.
En relación a los hombres, las mujeres tienen dos desventajas grandes pues, en primer lugar, carecen de la masa muscular masculina que por sí sola consume muchas calorías, aunque no esté haciendo ejercicio pues el tono de estos músculos lo requiere. La segunda desventaja que tienen las señoras son las propias amigas, auténtica inquisición para juzgarse entre sí a diferencia de los hombres que nos importa un pimiento cuanta barriga tenga su amigo.
Las mujeres, en su constante competición por conseguir la dieta ideal, son capaces de seguir los más inverosímiles métodos de adelgazamiento que se conocen mediante la técnica popularmente conocida como “radio macuto”, que consiste en que una señora fue al médico, hace cinco años, y le ha ido diciendo a sus amigas lo que le puso de régimen éste y cada vez que pasa de señora en señora se van perdiendo en el camino platos, proporciones de éstos y dinero, en lugar de kilos. De esta guisa, tenemos a cada instante una fotocopia de una dieta nueva en la puerta del frigorífico sujetada por un imán y cuya procedencia varía, como son también varios los nombres de éstas. Desde nombres de ingredientes, alcachofa, zanahoria, manzana, la del té, del litro y medio; pasando por organizaciones como la de la Nasa, la del buen humor, la de Hollywood, la del esquimal…etc. Bajo el disfraz de un nombre tentador y simpático, las dietas causan mas efectos nocivos para la salud cuanto mas rápidas son, pasando desde el insomnio, caída del cabello, estreñimiento, deshidratación, hipertensión, taquicardias, depresión… así que mucho cuidado con lo que hacemos.
En todas estas cosas, la lógica es la primera premisa a seguir si queremos cuidarnos, la segunda es aceptarnos tal como somos y no tomar patrones equivocados como imagen de lo que debe ser un cuerpo perfecto, pues hay mucha equivocación en este tema. Por mi parte, lo único que puedo hacer es proponerles una receta muy sencilla y baja en calorías para esta semana, además de intentar estimular algo de sensatez con la exposición de la realidad que he parodiado. Paciencia, que el verano es muy largo.
INGREDIENTES
1 Lubina de ¾ de kilo, 1 cebolla, 1 zanahoria grande,
1 Puerro mediano, 1 hinojo grande, Aceite de oliva,
1 copa de Pernod, Sal, Pimienta negra,
Para que la receta nos quede como si fuésemos profesionales de la cocina, debemos pedir ayuda a nuestro pescadero y que nos saque los lomos limpios, además de quitarles la piel a éstos, de esta manera nos resulten unos filetes perfectos que enrollaremos sobre si mismos y le pondremos un palillo pinchado para que no se abran y puedan quedarse de pie.
Por otro lado, con las verduras vamos a preparar una juliana que rehogaremos con aceite de oliva hasta que estén pochadas. En cuanto que estén en su punto, las flamearemos con la mitad del Pernod y rectificaremos de sal y pimienta. Pasamos la verdura a una placa de horno bien engrasada y le colocamos los filetes de Lubina sobre ésta, sazonándolos y regándolos con aceite de oliva. Tapamos con papel aluminio para que no se abrasen y la introducimos en el horno a 180º hasta que se hagan pasados unos minutos, cuidando de que no se quemen pues no tardan demasiado en hacerse.
Cuando la saquemos, regamos en la misma placa de horno con unas gotas de Pernod sobre el pescado, para emplatarlo colocando un lecho de las verduras y encima los lomos de Lubina de pie. Como guarnición, unas patatas naturales le vienen de maravilla junto a un poco de perejil fresco trinchado sobre éstas.
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