Un día cualquiera por la mañana temprano, un matrimonio desayuna por el mero placer de hacerse compañía, pues el marido sale con prisa a trabajar y la esposa no tiene un horario que la apremie, aunque si un montón de cosas que hacer en casa. Antes de irse al trabajo, la pregunta de todos los días: ¿Qué hago hoy para comer? Al marido se le viene el mundo encima, pues al mediodía no tiene ganas de comer porque es más el calor que trae que el hambre…
Esta situación es común en muchísimas casas de nuestra Málaga ya que con el agobio del verano, la comida no tiene el aliciente del invierno debido a la pereza que nos domina hasta que se pone el Sol. Para esta situación hemos contado desde siempre con un arma secreta que no es otra que el bocadillo. Con un bocata hemos arreglado un día inapetente, una playa, un compromiso, una merienda…etc.
Contiene el hidrato de carbono necesario que nos aporta el cereal del pan y, si acertamos con los ingredientes, podemos incluir verdura y proteína en modo y forma de tomate y jamón, por poner un ejemplo.
Esta semana les propongo una vuelta de rosca a la idea del bocadillo muy sugerente y original que tiene, además, todos los ingredientes necesarios para equilibrar una dieta un poco desordenada. Por otro lado, vamos a abusar del picante, lo que provocará que se ponga en marcha el estómago, segregando jugos gástricos, desembocando en una aparición del apetito perdido ya que el picante es un buen truco que se puede usar cuando nos falta el apetito. Por supuesto hablamos de las tortitas de maíz, también conocidas como tacos, que han sido un alimento imprescindible en la dieta de los mayas y sus descendientes durante siglos.
Precisamente, el motivo del artículo de esta semana viene a colación de un reciente viaje de mi cuñada favorita Ana, según ella es porque es la única cuñada que tengo pero esos son habladurías, háganme caso. Sea como sea, un viaje de intercambio cultural como el que le ha llevado a la riviera maya con la única intención de conocer otras culturas, provoca indefectiblemente que la gastronomía aparezca de forma irremediable y las tortitas de maíz, o tacos, son unos productos típicamente mejicanos.
Hoy día, tenemos en supermercados las tortitas ya cocinadas y listas para comer, con lo que el trabajo se facilita muchísimo. No obstante, les voy a dar la receta de las tortitas para que las hagan en casa, por si acaso. Por otro lado, con estas tortitas podemos conseguir que los niños merienden muy bien una tarde que no haya manera de convencerlos para ello, aunque no les recomiendo el picante para este caso en particular no vaya a ser que nos denuncien y nos quiten la custodia de los niños. De todas maneras, con lo largo que es el verano, si nos quitaran la custodia unos días a más de uno les venía de perlas…Ustedes mismos.
INGREDIENTES
1 taza de harina de maíz, ½ taza de agua, sal,
250 g. de queso de untar, 300 g. de jamón,
100 g. de lechuga hoja de roble, Aceite de oliva, comino molido,
Perejil, 1 diente de ajo, Cayena.
Para la preparación de las tortitas, disponemos en un bol la harina, el agua y la sal y trabajamos hasta hacer una masa moldeable. Tras esto, cogemos bolitas de la masa y las estiramos con un rodillo sobre la encimera de la cocina espolvoreada con harina, recortando finalmente la forma redonda procurando que las tortitas nos quepan en la sartén que vayamos a usar.
1 taza de harina de maíz, ½ taza de agua, sal,
250 g. de queso de untar, 300 g. de jamón,
100 g. de lechuga hoja de roble, Aceite de oliva, comino molido,
Perejil, 1 diente de ajo, Cayena.
Para la preparación de las tortitas, disponemos en un bol la harina, el agua y la sal y trabajamos hasta hacer una masa moldeable. Tras esto, cogemos bolitas de la masa y las estiramos con un rodillo sobre la encimera de la cocina espolvoreada con harina, recortando finalmente la forma redonda procurando que las tortitas nos quepan en la sartén que vayamos a usar.
Calentamos una sartén engrasada con un papel de cocina humedecido en aceite y tostamos levemente la masa de la tortita sobre ella para que se cocinen, con la precaución de no dejar de mover la sartén para que la masa no se pegue y nos sea más fácil darle la vuelta. Conforme vayamos terminando las tortitas, las sacamos y dejamos escurrir sobre una fuente con papel absorbente, por si tuviesen exceso de aceite.
Con las tortitas ya preparadas, las untamos de queso y le añadimos el jamón cortado a lonchas lo más finas posible, en el centro ponemos un puñadito de lechuga hoja de roble o “Lollo rosso” en su defecto y enrollamos el conjunto presionando mientras le damos forma para que se rellenen de forma compacta.
Para sazonar las tortitas usaremos un aceite de comino que haremos nosotros mismos batiendo este aceite con el comino molido, sal, un diente de ajo, un diente o dos de guindilla de cayena y perejil.
Finalmente, cortamos las tortitas desechando los extremos y dando un corte en el centro, lo que nos ayudará a ponerlas de pie. Decoramos con aceite de comino y perejil fresco, o una ramita de romero
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