MIGAS CASERAS
La receta de las migas de pan, forma parte de la más antigua tradición de los pueblos de interior de nuestra Andalucía. De los tiempos en los que el Invierno dejaba incomunicadas a muchas familias semanas enteras, las migas eran un recurso alimenticio fantástico, a la vez que económico pues se reutilizaban productos que se estropeaban indefectiblemente como el pan. El resto de ingredientes, son producto de la matanza que se asemejaba a quien tiene una cuenta con dinero a plazo fijo, si matabas un guarro tenías garantizado que tu familia salía adelante ese invierno.
La receta de las migas es como esa verdad a medias de la que todo el mundo tiene su propia versión y ninguna es errónea. En cada casa de cada pueblo de interior de Andalucía, hay un modo de hacer este plato y todos tienen un toque que las hace especial y diferentes. La forma de cocinarlas que les propongo es la mía, tan válida como cualquier otra y tan rebatible como cualquier otra.
Espero que sean de su agrado.
INGREDIENTES
3 Kg. De pan cateto asentado, 4 dientes de ajo, Aceite de oliva, ½ Kg. De ternera picada, 3 Chorizos tipo Rosario, Bacon ahumado 4 lonchas.
Para acompañar, lo que tengamos: pimientos fritos, huevos fritos, rabanitos, lomo en manteca, anchoas, naranjas...etc
El
primer paso para hacer unas migas es, precisamente, sacar la miga del pan y
desmenuzarla todo lo que podamos. Esta labor será tanto mas fácil como asentado
esté el pan, para ello dejaremos, uno o dos días antes de hacer las migas, el
pan cateto recién hecho sin tocar, para que se vaya endureciendo sin llegar a
ponerse como una piedra. Hace años, esta receta aprovechaba las sobras de pan
que iban quedando que, indefectiblemente, se ponían durísimas y era obligado
remojarlas con el consiguiente trabajo para secarlas en el perol hasta que
soltasen toda el agua sin hacer grumos. Éste es el motivo por el que hacer unas
migas era tan trabajoso y por el que algo de enredada elaboración se decía que
tenía mucha miga. Hoy en día no es necesario complicarse tanto la vida porque
no tenemos necesidad de guardar pan; y
siguiendo el consejo de usar pan cateto de un par de días no necesitamos mover
tanto la miga para que nos quede sueltecita.
En
cuanto el conjunto esté a medio hacer, sazonamos convenientemente y continuamos
removiendo de adelante hacia atrás y golpeando con el canto de la espumadera al
objeto de que se suelten los posibles grumos que pudiesen formarse. Para
terminar de secar las migas, sólo en caso de que se nos quedasen aceitosas,
podemos añadirle pan rallado espolvoreando el perol donde trabajamos las migas,
sin dejar de remover.
Finalmente,
a modo de guarnición, podemos freír unos huevos usando el aceite que retiramos
del perol y donde habíamos frito los chorizos; esto los convertirá en un manjar
de dioses. También acepta unos pimientos fritos, lomo en manteca, rabanillos
pelados, aceitunas partidas y gajos de naranja.
Espero
que sea de su agrado el plato y que no les resulte demasiado difícil hacerlo,
confiando en que mi explicación haya sido lo bastante clara.
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