Pese a que esta frase
exclamativa la regalamos a principios de Enero todos los años, aunque tengamos
sobrevolándonos esta crisis, en mi opinión no es del todo correcta y me voy a
intentar explicar. La Navidad es un parón
vacacional en el que celebramos unas fiestas que son sólo un paréntesis en
nuestro día a día y un dato estadístico en el nuevo calendario que colgaremos
en la parte de atrás de la puerta de nuestra cocina; sin embargo en la época en
la que estamos entrando empieza el nuevo curso escolar con sus correspondientes
uniformes, profesores, mochilas, libros y compañeros nuevos, todo nuevo. El
campeonato de liga de los principales deportes es ahora en Septiembre cuando
empiezan, los adultos han acabado sus vacaciones y comienzan un nuevo año
laboral mirando de reojo el puente de la Inmaculada, muchísimos de nosotros nos
proponemos aprender inglés o punto de
cruz comprando un cursillo por fascículos, hacer deporte para bajar la barriga
que han conseguido este verano con sus correspondientes tintos de verano y las
señoras empiezan una nueva dieta cuyos nombres pasan desde hortalizas
(alcachofa, piña, zanahoria…etc.) hasta los más inusuales nombres.
En resumen, el mes del año en el que empezamos de verdad un nuevo periodo dejando atrás vicios antiguos y deseando nuevas y bien intencionadas propuestas es el mes de Septiembre, sí señor. Por eso, aunque suene un poco raro les deseo ¡Feliz año nuevo!
Para celebrar este
acontecimiento, les voy a proponer cocinar un pil-pil con una variante muy
sabrosa. Cuando hablamos de preparar un pil-pil, damos por hecho que va a ser
de gambas sin dudarlo un instante pero, empleando la misma técnica del pil-pil,
podemos emplear infinidad de
mariscos con resultados muy óptimos. En definitiva, como a nosotros lo que nos gusta son los deportes náuticos, es decir mojar pan haciendo barquitos en la salsa, nos dará lo mismo que lleve gambas, vieiras, rape o gloria bendita que en el fondo lo que nosotros queremos es lo de los barquitos con sopones de pan.
mariscos con resultados muy óptimos. En definitiva, como a nosotros lo que nos gusta son los deportes náuticos, es decir mojar pan haciendo barquitos en la salsa, nos dará lo mismo que lleve gambas, vieiras, rape o gloria bendita que en el fondo lo que nosotros queremos es lo de los barquitos con sopones de pan.
Espero que les guste.
Un abrazo.
INGREDIENTES
4
peregrinas, 5 dientes de ajo, 300 g. de gulas, Perejil
fresco , 1 guindilla cayena, Aceite de oliva, 1
vaso de Brandy, Sal y pimienta
En primer lugar, limpiamos las vieiras a
conciencia, retirándole toda la arena y la membrana alrededor de la carne así
como la despegamos por completo y eliminamos una hebra negra que es el
intestino.
En una sartén a fuego
medio disponemos en aceite de oliva un par de dientes de ajo laminados y
salteamos, cuando estén dorados los ajos, las gulas durante un minuto
rectificándolas de sal y pimienta y reservamos.
En otra sartén con
aceite de oliva, no demasiado, añadimos tres dientes de ajo cortados en láminas
y una guindilla de cayena. Cuando los ajos comiencen a dorarse, incorporamos
las vieiras y
sazonamos. Damos unas vueltas a las peregrinas para que se salteen convenientemente y agregamos brandy para flamear el conjunto, echando una cucharada de pimentón dulce una vez haya terminado de arder y retiramos en seguida del fuego para que no se tueste éste.
sazonamos. Damos unas vueltas a las peregrinas para que se salteen convenientemente y agregamos brandy para flamear el conjunto, echando una cucharada de pimentón dulce una vez haya terminado de arder y retiramos en seguida del fuego para que no se tueste éste.
Finalmente,
presentamos el plato colocando en el interior de las conchas de la vieira las
gulas y sobre éstas una ración de pil-pil y vieira espolvoreado de perejil trinchado.
Te felicito, que rica sugerencia para poner en la mesa del domingo...o en la que sea desde luego....
ResponderEliminarMuchísimas gracias
ResponderEliminarUn saludo