jueves, 13 de noviembre de 2014

ROSCOS DE VINO MALAGA

ROSCOS DE VINO MÁLAGA

Cuenta  la tradición de nuestros pueblos que hace muchos años, se colgaba en la puerta de la amada pretendida por el mozo una retama fresca en señal de amor sincero y respeto hacia su familia. Si esta declaración era correspondida con el favor futuro de la moza, en rúbrica de aceptación de la familia hacia el pretendiente se preparaban unos roscos que se comían en la cita en la que entraba el joven por primera vez en casa de su futura esposa. Por este motivo, cuando no conseguimos acertar con la gracia de nadie ni somos correspondidos con el amor que derrochamos, decimos que no nos comemos un rosco en señal de fracaso total.
            Como no quiero que se marchen sin comerse un rosco de estas páginas, les propongo una receta en la que podemos atacar sin el miedo a rellenar nuestras arterias de colesterol del malo, pues originalmente se hacían con manteca de cerdo y aquí lo hemos sustituido por aceite de oliva con el consiguiente beneficio cardiovascular y sin restar un ápice del sabor de toda la vida. Además de todo ello, como no podía ser de otro modo en Málaga, el vino que vamos a utilizar es un moscatel de Moclinejo.
          Recuerdo con añoranza el camino que recorría a diario desde mi casa en calle Esperanto hasta el instituto, que estaba en el barrio de Capuchinos por la zona de El Ejido. A mitad del trecho, pasaba por la Plaza de Bailén en la que desembocada una calle llamada Calzada de la Trinidad donde había una fábrica de Roscos de vino que embriagaba de perfume de horneado durante meses a todo el que pasaba.   
                 Una última cosa, las fantásticas fotos son de Lola Homar y de su blog lolacocina.


INGREDIENTES


500 gr. De harina de repostería, 100 + 150 grs. De azúcar glass, un chorrito de aguardiente dulce, 200 ml de aceite de oliva, un vaso de caña de vino Málaga moscatel, ralladura de un limón, una cucharada sopera de sésamo tostado, una pizca de canela en polvo, piel de limón
                   






 En primer lugar, precalentamos el horno a 180º ( si es muy potente podemos dejarlo en 160º).
 Disponemos el aceite de oliva en un cazo junto a la monda de limón y la retiramos cuando o esté tostada. Terminamos de calentar el aceite a fuego moderado y lo apartamos  cuando empiece a echar humo.
             
Colocamos la harina en un bol y hacemos un hueco en el centro donde echaremos el aceite caliente poco a poco, removiendo con un cucharón de palo para que la harina se escalde en el aceite.
           
Cuando la masa de harina sea uniforme y haya asumido todo el aceite, le añadimos el aguardiente, el moscatel, 100 gramos de azúcar glass, el sésamo tostado, la ralladura de limón, el clavo y la canela removiendo todo para que se mezcle bien en la masa.
            
Estiramos la masas en la mesa de trabajo con un rodillo o una botella dejándola gruesa para que nos salgan unos roscos al gusto nuestro de grandes.  Cortamos círculos con ayuda de un vaso o un cortapastas y le hacemos el agujero del centro con un descorazonador de manzanas.
       
Disponemos la masa cruda en la fuente de horno con papel vegetal durante 35 minutos aproximadamente y cuando estén terminados y un poco templados, los rebozamos en el resto de azúcar glass.

             
Un consejo: si no tenemos a mano azúcar glass, podemos preparar nosotros mismos metiendo la cantidad que queramos en un molinillo y pulverizando hasta que sea fina como la harina. ¡¡¡¡¡¡Así de fácil…!!!!!!!!

Fotos: Lola Homar del blog lolacocina

1 comentario:

  1. Que receta más buena, la probaré...yo he probado los de antequera los de la Perla y son deliciosos. Un abrazo.

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