martes, 30 de octubre de 2007

TARTA DE CALABAZA

TARTA DE CALABAZA
Estamos a finales de Octubre, así que un mediodía cualquiera llega un niño a su casa después del colegio y le dice a su madre de forma atropellada, casi sin respirar por la emoción: “mamá, el jueves es Halloween, cómprame una calabaza para hacerle boca y ojos y meterle una vela encendida…” Casi sin esperar a que el niño termine, la madre le espeta a la cara una respuesta fulminante: “te voy a comprar dos, una de naranja y otra de limón…”
SEAMOS MAS LISTOS QUE LOS NIÑOS
La escena más o menos va a repetirse a lo largo de toda la semana en alguna que otra casa en nuestra querida Málaga, donde todo se adopta, más aún cuando a una fiesta viene ligado. Lo cierto es que la tradición de rendir culto a los difuntos no la inventaron los americanos ni los anglosajones, ni mucho menos, y es eso lo que nos hace ser tan reacios a que los niños la celebren como si de una cosa nueva se tratase, hasta el punto de casi molestarnos. Aunque si nos paramos a pensar en la cantidad de tonterías y chucherías saturadas de colesterol que le compramos todos los días a los niños, para una vez que nos piden verdura de “motu propio” no podemos negarnos; sobre todo si somos listos y accedemos con la condición que les seguiremos el juego pero pasada la celebración, nos tenemos que comer la calabaza. Apostaría doble contra nada a que el niño entra por el aro.
UN POCO DE HISTORIA
La verdad es que lo de la calabaza es una historia curiosa de contar, pues es una figura que tenemos muy presente gracias al cine fundamentalmente, pero creo que no está muy claro de donde viene la tradición.
En lo que he podido recabar, cuenta la leyenda que las calabazas vaciadas y esculpidas con forma de cara con una luz interior, se deben colocar en puertas y ventanas y son conocidas como “Jack-o” o “lanters”.
El llamarlas “lanters”, procede del término inglés linterna, pero lo de Jack hace referencia a una antigua leyenda irlandesa que hablaba de un borracho muy popular en su localidad y que se llamaba Jack. Al morir nuestro amigo, no entró en el cielo porque era un amargado, roñoso y mísero individuo, pero hete aquí que tampoco lo quiso el diablo porque, cuando se emborrachaba, lo maldecía a viva voz. Por todas estas virtudes, Jack fue condenado a vagar como alma en pena por la tierra con una linterna en la mano hasta el día del juicio final.
EN LA COCINA
Sea como fuese, esta semana pretendo tan sólo que aprovechen las calabazas que seguro que van a comprar por la inercia de la fiesta de marras. Así que lo mejor es que se hagan una crema de calabaza y mango de cuya receta les di cuenta hace muy poco tiempo y, de postre, cocinen esta fácil tarta que voy a explicarles a continuación y que seguro que les encantará a los niños.
Un abrazo.
INGREDIENTES
300 G. DE CALABAZA, 100 G. DE AZÚCAR, 50 G MANTEQUILLA, 1 DL. DE NATA, 3 HUEVOS, 250 G. DE MASA QUEBRADA (congelada), CANELA.

En primer lugar, vamos a trocear la calabaza y la dispondremos a cocer en la suficiente agua hasta que la cubra totalmente unos quince minutos o hasta que se haga una pasta.
Una vez que se haya consumido el agua en su totalidad, añadimos el azúcar, la mantequilla, la nata y los huevos batidos. Damos unas vueltas al conjunto, que debe ser un puré, y perfumamos con canela molida en la cantidad que consideremos, aunque procurando no pasarnos pues la tarta sabrá a canela y no a calabaza.
Por último, hacemos uso de la masa quebrada forrando un molde con ella. Para este menester podemos echar mano de cualquiera de las masas que se venden congeladas y que dan muy buen resultado si tenemos la precaución de utilizarlas nada más que se hayan descongelado, pues en caso contrario pierden sus propiedades y se cuartean al hornearlas. De manera que colocamos la masa en un molde, pinchando la base con un tenedor para que no nos haga burbujas, y le añadimos el puré que teníamos preparado. Introducimos tras esto en el horno a 180º C., previamente calentado, y lo dejamos hornear una media hora.
Ya me contarán lo rica y sencilla que resulta esta tarta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario