jueves, 29 de noviembre de 2007

ARROZ CON BOGAVANTE


ARROZ CON BOGAVANTE

Al leer el título de la receta de esta semana, seguro que más de uno habrá pensado que con el arroz no hay problema, pero con el bogavante… Está la cosa como para llegar un jueves cualquiera, por poner un día, y al entrar a casa preguntar: “¿Qué hay para comer?”, y nos respondan “arroz con bogavante”, como el que dice papas con huevo.
No obstante, aunque se nos llena la boca de marisco con sólo pronunciar el nombre del bogavante, antes de Navidad no está tan caro como podría parecer y un domingo que tengamos reunión familiar o alguna cosa que celebrar, aunque sea el hecho de que estamos vivos como dice mi abuela, es un plato muy apropiado para preparar y con sólo la mitad de los bogavantes que de comensales, nos preparamos un suculento almuerzo para bastante gente.

LUJO GASTRONOMICO
            Cuando de un bogavante o de una cigala hablamos, alcanzamos la cota más alta en cuanto a marisco y lo referente a la cocina de frutos del mar se refiere, pues en el bogavante se unen calidad y tamaño a partes iguales, por lo que es un producto que permite a los cocineros preparar todo tipo de platos y presentaciones que son vistosas y sabrosas por si mismas. Con el bogavante ocurre como cuando te echas de novia a una señorita bajita, por muy mona que ésta sea seguro que la coletilla de ser bajita no se la quita nadie; en cambio si la chica es guapa, alta y delgada, casi podemos comparar el hecho a un premio en la lotería. Por tanto, con un marisco que está muy bueno y que además tiene una presencia imponente servido en mesa, tenemos al auténtico rey del lujo gastronómico ante nosotros.

MARISCO PATRIOTA
Con todo lo que les he contado, la cualidad que más me llama la atención de un bogavante es el exacerbado patriotismo del que hace gala este marisco. El bogavante, si no es molestado por causas externas a su hábitat, nace, crece y muere en el mismo sitio toda la vida y por nada quiere abandonar el lugar donde caza y se alimenta normalmente. ¿Se acuerdan de la leyenda urbana que todos hemos oído de un conocido que tenía un perro, que se fue a otra ciudad a cientos de kilómetros de su hogar y volvió por sus propios medios, campo a través, de nuevo a su casa?, pues con el bogavante ocurriría igual que con el perro si nos lo llevásemos lejos de su cueva, éste volvía sólo caminando por el fondo marino.
Nosotros, les puedo garantizar esto, si tenemos la suerte de que caiga en nuestras manos un bogavante, no lo vamos a soltar para comprobar si vuelve a su cueva, haremos acto de fe y lo creeremos sin comprobarlo. De manera que directamente lo cocinamos y nos lo comemos, que son dos días y el del medio está nublado. Así que a disfrutar y espero que les guste el arroz.
Un abrazo.
INGREDIENTES Y PREPARACION
3 pimientos choriceros, Cayena, 1 guindilla. 1 o ½ bogavante/ persona,
4 tomates maduros, 1 cebolla, 2 pimientos verdes,
4 dientes de ajo, 1 rama de canela, Nuez moscada,
Colorante, Gambas, 4 por persona. Arroz, 125g por persona.

En primer lugar, vamos a hidratar los pimientos choriceros cubriéndolos de agua. Después de esto, preparamos un caldo que nos ha de servir para que se haga el arroz; para ello dispondremos una cacerola alta con agua abundante donde introduciremos las cabezas de todos los bogavantes menos uno, dos dientes de ajo, las gambas y un tomate, dejando que hierva unos cinco minutos. Pasado este tiempo colamos el caldo y reservamos las cabezas de los bogavantes y pelamos las gambas.

Con el caldo base ya preparado, preparamos una cacerola donde haremos el arroz con aceite de oliva al fuego. Cuando el aceite esté caliente, freiremos una guindilla cayena un momento sólo y la quitamos desechándola. Tras esto, troceamos los cuerpos de los bogavantes siguiendo la unión de la cáscara y los salteamos, así como el bogavante que conserva aún la cabeza que hemos dejado para aprovechar su sabor en el refrito, retirándolos para reservarlos en cuanto estén dorados. Acto seguido, cortamos los tres tomates que nos quedan, la cebolla, los pimientos y los dos dientes de ajo y los rehogamos en el aceite hasta que estén pochados. Una vez cocinados, los pasamos con la batidora y se lo volvemos a echar a la cacerola junto a una rama de canela y una pizca de nuez moscada. Incorporamos el caldo de las cabezas de los bogavantes en cantidad de 400 Dl. por persona y lo dejamos hervir. En caso de que nos faltase caldo, podemos añadir el agua que necesitemos.

Cuando el conjunto lleve hirviendo unos momentos, echamos el arroz y le damos unas vueltas rectificando de sal si es necesario, así como añadimos una carterilla de colorante alimentario. Sólo nos queda bajar el fuego cuando rompa a hervir de nuevo y dejar cocer despacio removiendo constantemente hasta que el arroz esté en su punto, teniendo en cuenta que estamos haciendo un arroz caldoso.

En cuanto a la presentación, colocamos el arroz en el centro de un plato grande y a un lado ponemos la cabeza cortada en dos mitades a lo largo y en el otro extremo del plato los trozos del cuerpo salteados. Alrededor del montoncito de arroz colocamos las gambas decorando como más nos guste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario