miércoles, 5 de marzo de 2008

PANGA EN SALSA DE ZANAHORIAS

FILETE DE PANGA EN
SALSA DE ZANAHORIAS

Hace no demasiadas fechas, les comenté el descubrimiento del caqui persimón como quién había descubierto petróleo en el jardín de su casa. Como esta variedad de fruta, surgen cada cierto tiempo productos que nos ofrecen las nuevas técnicas de distribución y transporte, las cuales propician que tengamos a diario productos que hace unos años ni siquiera conocíamos de su existencia.


Un claro ejemplo de esto que les hablo, es la panga. De origen vietnamita, es un pez de agua dulce muy parecido a un tiburón en apariencia, aunque en sabor podríamos compararla más cerca del lenguado. Cuando era niño, recuerdo el fastidio que representaba comerse un lenguado por la cantidad de espinas y el trabajo de paciencia que había que tener para limpiarlo, tarea que siempre conseguía que la terminase haciendo mi madre.

PRODUCTO SIN CALORIAS Y ECONÓMICO
Con el producto que les traigo esta semana, la panga, no tenemos ese problema de las espinas aunque si nos detenemos un momento a reflexionar, no sabemos que pinta tiene, ni si lo pescan en un río, si pertenece a un tipo de pez o si lo fabrican en el almacén del supermercado puesto que siempre lo encontramos limpio de espinas y fileteado en estupendos lomos.


Como lo cortés no quita lo valiente, pese a no ser un producto de toda la vida, no deja de ser un artículo de aceptable calidad. Al ser un pescado blanco no contiene grasas apenas y su sabor es suave y mucho más pleno de lo que es el del lenguado antes citado. Con lo expuesto, pese a ser nuevo en nuestra cesta de la compra, no podemos objetar absolutamente nada a un producto que es muy ligero y sobre todo económico y, además, nos ahorra un montón de trabajo pues no hay que quitar piel ni espinas con lo que pagamos estrictamente lo que comemos.


PESCADO BLANCO CON MUCHAS POSIBILIDADES
Con un producto de estas características, nos encontramos igual que frente a una rebanada de pan tostado, en ella podemos poner lo que queramos pues le va a ir bien con toda seguridad. Lo único que debo advertirles es que sean cautos y pregunten si el pescado es fresco o congelado, para no volver a congelarlo, pues sería peligroso para la salud. Para ser justos, la verdad es que la panga es muy honesta con el consumidor puesto que si no está fresca para ser comida, se torna de un blanco brillante a un tono apagado y su tacto es lamioso, síntomas inequívocos de que se ha pasado de fecha.




LA PANGA EN LA COCINA
La receta de esta semana es una idea de cocinar el pescado blanco de las muchas opciones validas que hay. La presentación en filetes limpios nos ofrece un abanico de técnicas muy amplio, que puede ir desde la plancha, al horno con verduras, al microondas cubierto con papel film transparente o rebozado y frito como hemos hecho siempre con la rosada. Como habrán adivinado, es ideal también para cualquier dieta pues no tiene grasa y se prepara fácilmente sin necesidad de manchar mucho en la cocina.

PESCADO DE RIO MUY RENTABLE
Resulta paradójico que en un país como el nuestro, consumamos pescado de río importado teniendo tantos kilómetros de costa y una importante flota pesquera. Pero como “duros” son amores y además buenas razones, lo económico del producto nos ha convertido en el tercer país del mundo que más panga compra a Vietnam, después de Polonia y Rusia. Lo cierto es que después de conocer el dato, no se si quedarme tranquilo o no, porque ir detrás de Estados Unidos en algo puede ser lógico, pero detrás de Polonia en consumo de panga…


Lo cierto es que lo curioso del pez es su gran capacidad de engorde, por lo que la producción, que se cría en cajas de maderas flotando en los ríos se cubre fácilmente por lo rápido que crece el bicho. De todas formas, a tenor de los datos, en los primeros seis meses del año pasado compramos 19.106 toneladas de panga y Polonia 21.580, me imagino que quien más debe estar engordando es el vietnamita dueño del criadero, aunque a ese no nos lo vamos a comer, seguro. Aún así, quien le iba a decir al resucitado Rambo que tras años de lucha cuerpo a cuerpo, finalmente son los vietnamitas quienes van a invadirnos a nosotros, empezando por las mesas de las pescaderías. Vamos, que de haberlo sabido seguro que no pega ni un tiro, porque para lo que ha servido…
Un abrazo.

INGREDIENTES Y PREPARACION:

6 o 7 gambas o langostinos cocidos, 500 g. de zanahorias, 1 pimiento rojo,
1 Dl. de nata, 2 Dl. de caldo, brandy, una copa.
1 cucharada de azúcar, Aceite de oliva, 1 pizca de estragón,
2 rebanadas de pan, 4 filetes de panga



Pelamos la zanahoria y la trinchamos en una juliana, lo más fina posible, así como desgranamos de semillas el pimiento y lo troceamos igualmente.


En una sartén de paredes altas, fondeamos las zanahorias y el pimiento a fuego medio con aceite de oliva. Cuando estén pochados, lo mojamos con brandy y dejamos reducir. Acto seguido, añadimos el caldo de pescado y lo llevamos a ebullición. Cuando la verdura esté cocida, añadimos la nata y una cucharadita de estragón, dejando cocer a fuego lento unos minutos.
Cortamos dos rebanadas de pan y lo freímos, añadiéndoselo a la salsa bien escurridas en una servilleta de papel sobre un plato, para que empape bien. Retiramos del fuego la salsa y la trituramos, pasándola por un colador chino para que quede fina. Rectificamos de sal y la dejamos en la sartén de nuevo.



Con los filetes de panga, hacemos un rollito que sujetamos con un mondadientes para que no se suelten, sazonamos y regamos con un hilo de aceite de oliva, tapamos éstos en un plato con papel film transparente de cocina y lo introducimos en el microondas unos minutos hasta que se cocinen, no creo que tarden más de unos minutos en hacerse.



Finalmente, presentamos los turbantes o rollitos de panga en el centro del plato, dentro de los filetes colgamos los langostinos pelados y decoramos con la salsa de zanahorias. Al lado del plato, podemos poner una patata cocida al natural o una ensalada de escarola y maíz dulce.




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