viernes, 11 de abril de 2008

HINOJO DE PRIMAVERA


Para aquellos que somos atacados por las alergias, estamos en un momento delicado. Ojos hinchados, dolores de articulaciones, mal humor e irritabilidad, apatía… vamos un cromo; es como si tuviésemos una gripe a punto de romper y no termina de salir.
Esta primavera a llegado de la mejor forma posible, lo mismo parece verano que invierno de un día para otro. Lo cierto es que la inestabilidad atmosférica, frase preferida de los meteorólogos del telediario, es en primavera cuando mejor se lo pasa pues está campando a sus anchas.

NUTRICION Y ALERGIAS
El terreno de las alergias es un tema muy interesante y extenso, el cual no me corresponde abordar en una tribuna de gastronomía como es ésta. No obstante, dentro del mundo de la nutrición, si existen muchos ejemplos de alergias que comúnmente se confunden con intolerancias a un determinado alimento. Por norma general, las personas de edad media-alta, no observan ningún tipo de intolerancia a ningún alimento porque desde pequeños han comido lo que había ese día en casa sin capacidad para elegir entre otras cosas. En cambio, la gente joven y los niños tienen muchas fobias hacia ciertos alimentos que desencadenan en intolerancias por la mala educación gastronómica a la que sometemos a nuestros jóvenes. Por supuesto, quien manifiesta una intolerancia prescrita médicamente no se puede meter en el saco de los caprichosos, obviamente, y no sería justo incluirlos en ese mismo lote.
Según la normativa europea, existen doce productos cuya presencia es obligatoria avisar en un alimento envasado, puesto que son los que más reacciones anómalas provocan en las personas. Sería interesante citarlos aquí, siendo el gluten el auténtico numero uno del ranking de sustancias “fastidiosas”, seguido del huevo, pescado, crustáceos, leche o lactosa, soja, frutos secos, mostaza, apio, sésamo y dióxido de azufre y sulfitos a partir de diez miligramos por litro en el vino.



INTOLERANCIA NO ES ALERGIA...
Como decía antes, la intolerancia a un alimento es la imposibilidad del organismo de digerir un componente específico, por ejemplo el gluten en los celíacos, de la misma manera que no soportamos a un vecino al cual decimos vulgarmente que no “tragamos”. Esto que describimos es para toda la vida, a diferencia de una alergia alimentaria que puede desaparecer incluso de un año para otro. Por este motivo, debemos hacer un seguimiento de una manifestación así, pues es posible que se debilite sin que nos demos cuenta.


También contamos con algunas armas cuando una alergia a algún alimento estamos combatiendo. Por ejemplo, en la mayoría de las frutas los alergenos se destruyen si se cuecen más de tres minutos y, por ejemplo, los de la manzana se destruyen si se corta muy fina o si se la deja expuesta al aire y pelada algunos minutos. En el caso del arroz, si es con cáscara provoca menos alergia y el muesli de cereales lo podemos cambiar por copos de avena.
Con todo este rollo que les he soltado pretendo, por supuesto además de no sentar cátedra, advertir que no es lo mismo una alergia que una intolerancia a un alimento. La alergia es molesta pero se puede curar pues se manifiesta puntualmente, en cambio la intolerancia es persistente y puede ser mortal. Con este motivo, he recordado una receta de primavera que tiene ingredientes que he citado en el artículo y que todos juntos hacen una receta muy simpática.
Un abrazo.


INGREDIENTES

4 Bulbos de hinojo fresco, 2 Cebolletas, 1 pimiento morrón,
50 g. de guisantes cocidos, 50 g. de maíz cocido, 100 g. gambas cocidas,
Agua, 200 g. de arroz, 6 cucharadas de mahonesa,
Perejil picado, Rabanitos, Sal.


En primer lugar, vamos a pelar los bulbos de hinojo limpiándolos bien y conservando el bulbo sin ramitas. Trinchamos la cebolleta y el pimiento muy finos y disponemos a cocer en agua con sal durante una media hora, tapando la cacerola para que cueza mejor.
Cuando el hinojo esté cocido, se escurre y se corta a lo largo, vaciándolo para que nos quede un hueco óptimo para ser rellenado.

Con el hinojo listo, cocemos el arroz y lo refrescamos en agua fría con escurridor para que se suelte el grano.

Sólo nos queda mezclar el relleno en un bol. Para ello removeremos el arroz, la cebolleta y el pimiento picados hasta que estén bien repartidos, añadimos los guisantes cocidos, el maíz, las gambas peladas y la mahonesa. Mezclamos convenientemente hasta que se liguen todos los ingredientes con la mahonesa, rectificamos de sal y pimienta y le añadimos perejil trinchado.
Finalmente, rellenamos el hinojo con la ensalada y colocamos en una fuente con unos rabanitos y una base de lechuga si queremos dar contraste al fondo del plato.

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