El calor aprieta sin reparo y la playa es lugar obligado de
peregrinación, cual Camino de Santiago propio se tratara. Para ello,
necesitamos además de paciencia al volante, una buena provisión de viandas para
hacer frente a todo un día de asueto. He aquí el dilema, ¿Qué me llevo para
comer?, pregunta la señora algo agobiada al mismo tiempo que el marido, en vez
de ayudar, también pregunta ¿has echado el tinto con casera?; y en medio, los
niños revolviendo cubos y palas buscando el flotador…. Ir a la playa en familia
es toda una aventura, para encima ponerse a hacer la comida.
Como a buen seguro no va a faltar que beber, pues ya
se encargará el marido de que así sea, voy a sugerirles una receta apropiada
para cocinar la noche antes o bien muy de mañana y que es adecuada para un día
de playa. Esta receta no sólo se puede
tomar fría sin que pierda sabor, sino todo lo contrario, pues es en el caso de las papas en adobillo lo más
recomendable de hacer ya que es en síntesis un adobo liguero que cuanto más
tiempo de maceración tenga, más bueno estará el producto.
Esta receta es muy antigua y a la vez utilizada para
ocasiones en que había que atender estómagos sin tiempo para preparar nada. No
hace demasiado, era muy popular y común ver este preparado por las familias que
venían de los pueblos del interior a pasar un día en la costa cargados de
fiambreras y de ilusión por ver el mar.
En cuanto a las hamburguesas de salmón, es una
propuesta que creo que les va a gustar, ya que, aunque no es popular la cocina
del salmón Andalucía, en la playa este sabor nos resultará recomendable.
Cualquiera que sea lector habitual de esta sección, sabrá que tengo una
especial predilección por los pescados azules y su aportación de ácidos grasos
omega3, siendo los alimentos mas ricos en este tipo de grasa el pescado, como
ya les he comentado, y el marisco. Por esto merece la pena incluirlo en la
dieta, al menos dos veces a la semana. Entre los pescados azules mas
aconsejables encontramos la anchoa, el salmón, la sardina, los arenques, el
atún, la caballa, el chicharro, la palometa, la trucha, el cangrejo, la gamba,
el mejillón, las ostras ... productos que tenemos a mano y que no representan
ningún quebranto para la economía familiar y, en cambio, un artículo de lujo
para nuestra salud.
INGREDIENTES:
Para las patatas:
Patatas 1 kg. Espárragos trigueros,
Ajetes frescos, Tres o cuatro dientes de
ajo,Agua, Pimienta
en grano,
Azafrán, Miga de pan, Pimentón
dulce, Orégano, Vinagre, Sal
Para las albóndigas:
Salmón fresco ½ kg. aprox,
Dos dientes de ajo, Sal,Perejil fresco, Dos huevos, Leche, Pan rallado, Vino Amontillado , Pimienta, Harina de rebozado, Aceite
En primer lugar, pelaremos las patatas y las haremos
rodajas lo más finas posible. Seguidamente, las introduciremos en agua al
objeto de que suelten el almidón que tienen y no se peguen al cocinarlas.
Mientras las patatas están en agua, aprovecharemos
para elaborar el adobo de éstas. En un mortero, colocaremos los dientes de ajo
pelados, los granos de pimienta, azafrán, miga de pan, orégano, pimentón dulce
y mojaremos todo con vinagre y agua, en proporción de dos partes y media de
agua por una de vinagre. Todas estas especias, al igual que el vinagre, son
preceptivas de ser más o menos utilizadas en su cantidad, a criterio del
cocinero o cocinera dependiendo de los gustos de los comensales.
Por tanto, empezamos a trabajar en el mortero todo el
adobo hasta que sea una pasta, incorporándole el preparado de agua y vinagre
poco a poco para así darle aspecto fluido y que vaya aligerando.
Por último, en una sartén con un poquito de aceite,
salteamos los espárragos trigueros y los ajetes hasta que estén hechos y los reservamos.
Una vez hecho esto, escurrimos las patatas y las cocemos en aceite de oliva,
que debe cubrirlas, a fuego moderado.
Cuando estén tiernas, añadimos el adobo sobre éstas, los espárragos y los
ajetes y le ponemos agua para que cueza el conjunto de forma suave.
Rectificamos de sal y apartamos para que vayan enfriando.
En cuanto a las hamburguesas, hervimos el salmón con
un diente de ajo y unas gotitas de aceite de oliva y lo desmenuzamos
aplastándolo con un tenedor. Colocamos en un bol toda la pasta de salmón, le
incorporamos perejil fresco trinchado lo más fino posible, dos dientes de ajo
picados muy pequeñitos, un chorrito de amontillado, dos huevos y un poquito de
leche.
Trabajamos
todo hasta mezclarlo de forma homogénea y le añadimos el pan rallado
paulatinamente hasta que todo el conjunto ligue y sea una masa compacta. En
nuestro caso, haremos bolitas algo más grandes de lo normal y luego las
aplastaremos dando forma ovalada. Tras esto, pasamos por harina los filetitos
de salmón y los freiremos en aceite fuerte.
Buen
provecho.
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