¿Sabían que el curry en si mismo no es una especia, si no
una mezcla de varios tipos de ellas a la que se le otorga ese nombre cuando se
juntan? Ocurre lo mismo que con las orquestas sinfónicas, siendo cada
instrumento que la componen capaz de sonar por su lado y a solas, pero cuando
se juntan un montón de ellos de forma coordinada, alcanzan a tocar las más
bellas melodías.
Para algún
lector avispado, lo que acabo de decir puede resultarle una barbaridad puesto
que existe un árbol llamado Chalcas koenigii, perdón por el nombre pero es así
como se llama, cuyas hojas secas resultan con un condimento llamado curry. No
obstante, lo que conocemos nosotros no es esa especia por si sola, además
contiene un buen
número de otras que deben ser mezcladas de forma equilibrada
para resultar el producto que nosotros usamos. Dependiendo de la región de la
India, incluso existen las recetas propias de cada familia, la composición del
curry como nosotros lo conocemos contiene polvo de curry mezclado con cúrcuma,
cilantro, pimienta, comino, cebolla seca, tamarindo, cardamomo, jengibre, nuez
moscada, pimienta cayena, azafrán, fenogreco, canela, alcaravea, albahaca,
celerí o mostaza. Casi nada. De todas formas, la historia de esto viene de muy
lejos, siendo en 1889, con ocasión de la Exposición Universal de París, cuando
los franceses decidieron fijar y oficializar la composición de esta especia
importada por ingleses y holandeses. Los aderezos seleccionados fueron
tamarindo, cebolla, cilantro, ají, cúrcuma, comino, fenogreco, pimienta y mostaza
francesa.
Como han
podido observar, lo del curry es como la paella, cada uno le pone su toque
personal. En lo que no podemos hacer interpretaciones es en el origen del
nombre, puesto que proviene del término hindú “Kari”, que significa en español
salsa, aunque en España alguno lo utilice para llamar a su esposa por ese
nombre.
INGREDIENTES
Aceite De oliva ½
cebolla Curry, dos
cucharadas
Harina fina 3
rodajas de piña en su jugo
1 manzana 1
plátano Pimienta negra
Nata líquida, 2 tazones Brandy Dos pechugas
de pollo
1 diente de ajo 1 pimiento
Troceamos
la cebolla, el pimiento, la manzana, el diente de ajo, el plátano y las rodajas
de piña y, utilizando la misma sartén donde pasamos las pechugas para
aprovechar la grasa con sabor, pochamos la cebolla en primer lugar y, tras
ésta, incorporamos los demás ingredientes. Cuando estén cocinados los flameamos
con brandy y, una vez reducido el alcohol, añadimos harina fina para que
absorba el exceso de aceite y le damos unas vueltas.
Con el
fondo de fruta y verdura pochado, agregamos dos cucharaditas de curry y la nata
líquida, dejando que hierva un momento. Tras el hervor, batimos la salsa para
triturarla, la rectificamos de sal y pimienta y la colamos por el chino hasta
que nos quede muy fina. Una vez finalizado este proceso, vertemos de nuevo la
salsa en la sartén y le añadimos los medallones de pollo para que cuezan juntos
unos minutos.
Finalmente,
presentamos el plato con los medallones alrededor de una fuente y, en el
centro, una torre de arroz cocido. Espero que les guste esta sencilla receta.
Un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario