miércoles, 11 de febrero de 2015

TARTA DE FRUTAS POR SAN VALENTIN

Con la llegada de Febrero y el correspondiente cobro del mes, la penitencia y el viaje por el desierto parece que desaparecen, al menos hasta que vayan llegando las cartas del banco con los cargos de las tarjetas de crédito, motivo por el que volveremos a caer en la mas profunda depresión sólo superada por la llegada de San Valentín que nos avisa que de todo se sale y que gastemos sin miramiento e invitemos a cenar a nuestra pareja, le compremos algo y nos comportemos como si fuésemos los amantes de Teruel, ya saben…
            En la etapa de transición en la que nos encontramos, a caballo entre la zambomba que suena muy lejos y casi ya no se oye, los pitos carnavaleros con su sonido ronco y socarrón y las marchas solemnes de procesión que se acercan germinando en el interior de las casas hermandad sin que no se aprecie desde fuera, irrumpe el día de San Valentín que los centros comerciales nos recuerdan cada año que es muy importante pues debemos reavivar el fuego del amor a golpe de tarjeta de crédito.
            El amor es una receta que cada uno de nosotros puede escribir extensamente y conseguir un maravilloso plato según sus propias proporciones; no obstante, puedo permitirme recomendarles que practiquen a diario en su cocinado pues de ser así, les saldrá cada vez el guiso mas sabroso. De todas formas, si quieren sorprender a su pareja como se supone que hacen a diario, intenten hacer este sencillo postre y saboréenlo juntos con una copita de Málaga dulce de acompañamiento, si les resulta agradable la velada acuérdense de este humilde consejero y me daré por satisfecho. Gracias y un abrazo.  
     
           
INGREDIENTES

½ lt. De nata líquida             Pasas, un puñado                 Higos secos, un puñado
Orejones, un puñado           Confitura de melocotón         Azúcar glas, ¼ Kg.
250 grs. De masa quebrada                                               Brandy, un chorrito
4 cucharadas de azúcar       4 huevos                               ¼ Kg. de mantequilla
350 gr. de harina fina

            En primer lugar vamos a prepara la masa quebrada que nos ha servir de base para hornear la tarta. Para ello, vamos a derretir la mantequilla a fuego lento hasta que esté a punto de pomada, seguidamente la pasamos a un bol  añadiéndole el azúcar glas y un huevo y mezclamos convenientemente hasta que sea una masa homogénea.
           
Foto de Rita Cifuentes
Tras esto, vamos incorporando poco a poco la harina y trabajamos la mezcla hasta que ésta sea absorbida. Cuando sea totalmente una masa compacta, la disponemos en una bandeja y la extendemos con ayuda de un rodillo y la tapamos con papel film transparente e introducimos en el frigorífico para que repose unas veinticuatro horas antes de su utilización.
            Transcurrido este tiempo prudencial, vamos a hornear la masa para que nos sirva de base para la tarta. Antes de realizar esta operación, vamos a poner a macerar las frutas en el brandy, removiendo de vez en cuando para que tomen el aroma.

            Disponemos el horno a unos 170/180º y despegamos la masa con una espátula de la bandeja y la colocamos sobre un molde de tarta, recortándole lo sobrante con un cuchillo. Introducimos en el horno y la dejamos hasta que esté tostada, para ello debemos observar constantemente y si lo creemos necesario, abrimos un poco el horno si éste no nos permite ver bien desde fuera que es lo que pasa dentro de el; tengamos en cuenta que no estamos fermentando una masa, así que no pasa nada por abrir unos segundos.
           
Mientras esperamos a que la masa se tueste, mezclamos en un bol los huevos restantes con el azúcar despacio para que no se monten las yemas y le añadimos la nata mezclando nuevamente hasta que ligue.
            Sacamos la tartaleta que hemos obtenido en el horno sin desmoldar, puesto que la vamos a poner otra vez en su interior. Rellenamos con las frutas pasas maceradas y le añadimos la masa de huevos, azúcar y nata de manera que cubra las frutas.
            Horneamos de nuevo, esta vez vamos a respetar los tiempos, unos treinta minutos a 175º y no vamos a abrir la puerta del horno hasta que la tarta esté cuajada.
            Cuando esté hecha la tarta, pasados los minutos de rigor, dejamos enfriar y desmoldamos sobre una blonda y una fuente firme debajo. Para la decoración de ésta, podemos usar la confitura de melocotón aligerada con el brandy y un poco de agua y la untamos en la superficie para que toda brille por igual. Si encontramos unas fresas bonitas, podemos ponérselas también y tengan por seguro que su enamorado o enamorada caerá a sus brazos de forma irremediable. Espero que sea de su agrado el consejo en toda su extensión.



No hay comentarios:

Publicar un comentario